lunes, 29 de septiembre de 2014

Asombros afines: "Casa de Ausencias"



"Casa de Ausencias"
 de Karina Madariaga 



Epígrafes de Ginés García 

¡Cuánto pobre sueño mío 
en tu mirada olvidado! 




La poeta Karina Madariaga 
fotografiada por 
Mariana Marziali 


"El paisaje me habla; así lo vivo...
el campo, el río, el ambiente rural, los arroyos del pago, los puentes…los viejos árboles…."
-Karina Madariaga


*

"Casa de Ausencias"


Un solo cable de luz recorre la villa. 

Una arteria seca y negra que marca el día y la noche. 

Una soga humana para decidir las lunas y los soles. 

El cordón umbilical que muestra, sólo un poco, 

los cartones encimados 

los perros y sus heridas 

los viejos y sus heridas 

los niños y sus heridas 

los bebés y sus heridas 

(Las heridas de la vida. La vida misma herida) 

los trapos gomosos y mojados 

el olor de la orina en los rincones 

el amoniaco evanescente en los árboles 

el susurro de los árboles centenarios 

el susurro del amor en los troncos vegetales 

el aprender a escribir en la piel del árbol mayor 

el corazón grabado en la corteza casi humana del hermano vegetal 

las tetas secas de las doñas 

los pezones dulces y oscuros de las vírgenes 

los mocos verdes que ya maduran de los resfríos infantiles 

los ojos secos que ya no brillan de los viejos pobres 

las camas calientes abrazados a los perros 

los amores perros. 

Dar a luz. El caos. El amor. 

La primera ilusión, el bien primero, 

el miedo heroico de quererte en vano 

La vida empuja, la vida no es precaria, embruja. 

Hay más amor en estas zanjas que en todos los pavimentos. 

Los ojos brillantes y las dilatadas pupilas del amor sin vergüenza. 

Los negros sinvergüenzas. Manos negras en negras trenzas. 

Las manos calientes del amor. 

Los labios húmedos de las pibas de la villa. 

Los brazos de barro de los pibes mozos. 

Los cabellos esponjados de humo. 

El amor y la quema. El amor quema. 

Las venas azules de los brazos abrasados. 

Las camas increíbles con increíbles frazadas. 

La cama de hojas lanceoladas de menta bajo el amor. 

La sábana de los yuyos verdes y fornidos bajo el amor. 

Los pétalos entumecidos, perfumados, suaves después del amor. 

El eucaliptal dormido y su exhalación nocturna, despojada, 

serena y enamorada, soplando desde la barranca… su olor. 

Un chorro de agua en el rincón cercano 

se rompe en el tazón de mi memoria. 

Acá no hay fuentes de agua para adornar y menos para beber… 

Acá se toma cuando se puede. Acá se toma como se puede. 

Nos niegan el agua -¡el agua!- y nos mantienen con caña. 

Y nada más hay una sola canilla, muerta de sed, 

una sola canilla que no hace la lluvia ¿ven? 

Pero gracias al cielo la lluvia no nos olvida, no quiere, 

aunque también es cierto que ayudamos bastante: 

cuando los tachos secos como los pechos de las miserables rechinan 

y hay algo en los párpados turquesa que tientan el cielo 

y hay algo en el canto del gallo desafiante 

y hay algo en el canto de los pájaros para que amanezca 

¡gracias a nosotros el cielo no nos olvida!. 

Cae la lluvia silenciosamente 

sobre otra lluvia triste de hojas muertas 

Y la lluvia fecunda los tachos y el agua repiquetea en las latas 

y la tierra y sus polvos se aplacan 

y las pupilas se humedecen porque el cielo llora 

su elegía insípida, líquida, inodora… 

Nace el barro en los pies desnudos, nacen los pies del barro oscuro, 

se mete y hace ruidos y aplausos entre los dedos descalzos 

y aparece en la piel de los pescados, y enturbia sus ojos sudamericanos. 

La villa es un pez extraño, imposible…el villorio agonizante resiste: 

las escamas de la villa, las chapas como escamas marchitas; 

como los ojos negros de los peces vivos, 

son los ojos de brea del último muerto amigo; 

los baños en el río y el amor en el arroyo; 

la última ahogada en el remanso tortuoso, 

en el cauce para siempre perdida; 

las semillas del amor en el barro de las manos 

enjuagadas con el agua fecunda del gran río; 

el padre río y sus peces de plata y oro, enamorados 

de aquellos primeros hombres y sus sueños dorados. 

La villa sabe en su agonía crepuscular 

de los escapes furtivos en la noche. 

Entre los árboles, de plata es la luna una pandereta, 

como una lata de duraznos sangrantes recién abierta. 

Brillante sobre los eucaliptos, ángeles custodios, la luna… 

Astro angelical de blancura y dureza, cual hálito de bruma 

nos visita, no nos deja, no se apaga, a pesar de todo… 

Toda la luz de la villa dependiendo de que nadie corte la luz, 

la noche a la espera de que alguien desenchufe el cable… 

…para que vele tu sueño 

y, en tu dormida ignorancia, 

no sepas que hay un insomnio 

que, entre las sombras, te aguarda… 

En una letrina una luz inexplicable persiste. 

En una letrina la blanca luz candorosa ilumina. 

En una letrina la madre dice que todos esos, 

especialmente todos y esos, son sus hijos. 

El señor ha hecho en ella grandes cosas. 

Los árboles son testigos, pero 

la villa duerme, duerme tranquila el pulso de la risa 

El señor hará por ella grandes cosas. 

Pero la villa aún no lo sabe. 


Primer premio del Certamen “Ginés García”
(Noviembre de 2010)



Con todo mi respeto a los contertulios del foro, quiero compartir un poema que me ha prendado.
Deseo que sea disfrutado...
-Mirta Gili en el foro "El Rincón del Haiku"




***



Karina Madariaga
(San Nicolas del arroyo-Argentina)


...un campo, 
sembrado, 
visto desde la ventanilla de un auto… 
y vi tan claramente los versos de ese poema que para mí, de ahí en más, 
sería el campo… 
una inmensa página negra, 
verde, 
azul…
dibujada de versos.

-Karina Manariega-


*

Extractos de una entrevista de Ileana Andrea Gómez Gavinoser

1)    ¿Cuál es la relación de tu poesía con tu terruño natal?

El paisaje me habla; así lo vivo.
Antes de leer y escribir percibía de manera muy natural la presencia de la naturaleza.
En el caso de mi terruño, el amor por la ciudad se fue gestando muy de a poco;
primero fue el campo,
el río,
el ambiente rural,
los arroyos del pago,
los puentes…
los viejos árboles….

Recuerdo que en la escuela secundaria, al leer que la palabra verso derivaba del latín versus, y que eso era un surco para el pueblo romano, netamente  agrícola, la imagen que me vino a la mente fue la del campo, sembrado, visto desde la ventanilla de un auto…
y vi tan claramente los versos de ese poema que para mí, de ahí en más, sería el campo…
una inmensa página negra,
verde,
azul…
dibujada de versos.

Sobre los últimos años este afán de conocer y saber, y hacer saber.
…. El paisaje de la fábrica me mostraba las chimeneas del alto horno y en esa expansión de humo creía ver una fábrica de nubes…
siempre la poesía uniendo,
acercando,
comulgando…

...fue en las revistas Acero que mi papá traía a casa, que leí esos primeros cuentos fantásticos, con fotos en blanco y negro, que me hablaban de cosas que los libros de la escuela no.

...por ser hija de padres nacidos en otro lugar de la provincia, Salliqueló que significa “flor de los médanos”y es en esos médanos que cambiaban de lugar, o en los bosques de eucaliptos o de tamariscos de mi madrina
que el paisaje me habla.

Creo que los escritores llevamos un alma forjada en las impresiones de los terruños amados, como si fuera un collage de paisajes implícitos que   con pasión afiebrada queremos contar, mostrar…

Mi terruño tiene la arena de Salliqueló
y el barro de la orilla del Yaguarón;
la leyenda de la bestia guaraní que dio forma a la barranca y los sucedidos del campo;
el canto alerta de los teros
y las risas adolescentes de las bandadas urbanas de gorriones;
la tersura quieta del agua de los estanques
y su molino
y el arrullo del agua marrón que corre hacia el delta…
y tiene aromas de peperina,
y la frescura de una piedra a la intemperie…

2)    ¿Por qué has elegido la literatura como tu expresión, como tu voz?

...puedo sentirlo parte de mí, o sentirme parte de ello. Somos seres de palabra, y decir y nombrar está en nuestra naturaleza.

...siento: enormes deseos de comunicar ésta, mi experiencia, mi sentir, es cierto, pero sobre todo de saber y conocer el mismo mundo con los ojos de los otros, tener las miradas que enriquecen la experiencia de las percepciones…

Mario Verandi dice en un poema suyo “Hay tantas cosas que creen  en mí, hay tantos dolores que curo de palabra”… creo que por ahí va la cosa.

3)    ¿Cómo fue tu itinerario interior desde tu primer poema hasta el día de hoy?

Este recorrido fue en principio un desahogo. Me llevó a escribir de una manera natural la necesidad de manifestarme por la extracción de un árbol en el fondo de mi casa. Tendría 7 u 8 años. No quería que sacaran el árbol, pero estaba herido y al partir el tronco, rebalsó de gusanos blancos… así que, a la tristeza por la pérdida se le sumó la angustia por esa muerte lenta y repugnante, ahí, atrás de mi ventana, sin haber hecho nada.
También por esos años, en el medio de un viaje, vi un campo de lino en Santa Fe, y verlo tan cuadrado y celeste, me hizo ver que parecía un pañuelo, y de esa comparación a nombrarlo “pañuelo celeste”, callando el elemento, hubo un paso.  Querer anotarlo para que no se me olvide esa mudanza de sentido, que luego supe, se llama metáfora…. Como luego  entrevistar a mi papá para que me contara de sus mascotas, del campo, de los abuelos que no conocí, todas esas acciones tienen que ver con el afán de recopilar, investigar y comunicar que luego ejercí, por ejemplo, en la radio de San Nicolás, LT 24 durante más de cuatro años.

Veo que siempre he hecho las mismas cosas, miro mis actitudes o comportamiento actual y como en una puesta en abismo se me vienen a la mente sendos actos germinales en la infancia o la adolescencia.

Me ayudó mucho para crecer la curiosidad,
el querer entender cómo determinadas cosas podían contarse de esa manera, o de otra.

En la escuela devoraba los libros, es cierto.
En la secundaria me salía del corset del programa o libro de rigor, para descubrir otros o similares en la biblioteca. Y cerca de los 16 años tomé una charla literaria, fui a una conferencia de un escritor llamado Alberto Lagunas que hablaba de Horacio Quiroga, de quien había leído hasta el recitado sus cuentos de la selva.
Y vi que podía decirse más de lo que la escuela mostraba.
Algo que me marcó profundamente de ese encuentro, además, fue el hecho de ver tanta gente que se interesara por ello, y supe que todas esas mujeres jóvenes eran estudiantes de letras…
Era la época en que decidí que quería seguir esa carrera.
Afortunadamente se cursaba tan cerca de mi casa, y estaba a mi alcance…
Ese escritor fue mi profesor de Literatura griega y meridional, y en el marco de sus clases pude animarme a mostrar un poema, por primera vez.

Todavía recuerdo que me parecía que mi pobre texto estaba puesto en una cama de autopsia, y todos opinaban sobre él, y analizaban sus partes, y señalaban repeticiones o lugares comunes
… fue muy impactante tomar esa distancia.
Luego Lagunas me dijo que era publicable, y que para quebrar las reglas había que conocerlas. Atesoro ese momento en la memoria.
Íbamos caminando por una callecita lateral, ya a la salida del profesorado…
Nunca le dije que su conferencia de Horacio Quiroga fue tan importante para mí.
Debería hacerlo.

4)    ¿Qué rol desempeñas en tu ciudad y qué quieres transmitir a tus alumnos cuando enseñas literatura?

En mi ciudad sucede conmigo una cosa curiosa, que me divierte bastante: suelo ser inclasificable.
No aciertan a presentarme como docente,
o realizadora,
o gestora cultural…
inclusive a veces me han dicho colegas, en la sala de profesores, “ah, yo creí que dabas clases de ciencias naturales”.
Esto de andar compartiendo camino con la ong Acuerdo Ambiental, desde sus orígenes, hace que muchos piensen que me ocupo de temas ambientales ecológicos.
Y hasta a veces he escuchado, “por qué das ese tema si no tiene que ver con el programa de Literatura”. Realmente, y por todo lo que te decía antes, concibo la realidad como algo entero, no estancado en compartimentos  exclusivos.

Cuando enseño literatura trato de transmitir amor,
entusiasmo,
y dar herramientas
o un marco para que sean autónomos
y disfruten de la lectura.
Hoy más que nunca es necesario leer y comprender, no sólo lo escrito,
sino las imágenes,
¿cierto?
Por eso propicio actividades en las que leen la realidad,
un cuadro,
una lámina,
un video clip
…esas estéticas les resultan más cercanas y desde ahí,
a la abstracción de la palabra.

5)    ¿Qué relación guarda tu poesía con tu yo más interno y con relación a todo tu entorno?

Creo que se nutre de ese ambiente y del paisaje interior del que te hablaba.
Porque habla de lo mismo,
o porque no tiene nada que ver,
que es otra forma de tenerlo en cuenta,
siempre se relaciona.
Hay como lazos invisibles que establecen su impronta.
La poesía embellece el mundo, el mundo es poesía para los ojos del poeta.

6)    ¿Qué es la poesía?

Es realización expansiva,
es un espacio para dar y recibir,
es un gran trabajo tratarla
y un enorme alivio que vea la luz.
Es un acto generoso el darla a otros.
Y es generoso leerla dispuestos
sin pereza,
para resignificarla continuamente.
Es como el lenguaje de Dios.

7)  ¿Cómo concibes tu vida en y con la poesía y las demás Artes?

Concibo una vida dedicada a ello, en ese sentido la vocación a veces es como una condena,
porque cuando disfrutás de tu trabajo,
no hay horas libres
o vacaciones.

9)  ¿Qué significado de vida tiene para ti tu reciente premio en poesía?

Es un gran alivio,
siento que ahí estoy yo,
que pude vencer algunas barreras y construir algo sólido.

¿Soy una docente que escribe?
¿soy una escritora que da clases?
En esos umbrales de dicotomía, llega el Certamen Ginés García a recompensar ambas esferas juntas.

Como premio, el hecho de poder conversar sobre mi escritura con la autora Alicia Genovese (Jurado que eligió mi poema entre todos los de la provincia, junto con Diana Bellesi) me da otra dimensión de las cosas.

Hacer explícitas algunas cuestiones, ser consciente de algunas cosas, reconocer en mis poemas lo que tienen de fortaleza, hacerlo parte del oficio… todo esto, me gratifica enormemente. Cada encuentro con Alicia en su casa, es una marco para encauzar las imágenes, construirlas, seguirlas en su fortaleza, identificarlas… realmente disfruto mucho ese espacio.

10) ¿Piensas publicar algún libro próximamente? ¿qué significado tiene para ti esto?

Estoy trabajando en la reedición de un libro clásico de nuestra ciudad, conocido como los DOCE POEMAS.
Por otra parte estoy preparando una serie de historias para la calle histórica De la Nación,
de nuestra ciudad,
una especie de memoria ficcional
desde la voz de los edificios patrimoniales más representativos,
como la Casa del Acuerdo,
el cine teatro Palace, demolido, etc.
Entre ellos, la inclusión de los edificios escolares es prioritaria, para construir esta noción de valor patrimonial en las comunidades educativas.

11) Por último, un pensamiento o sentimiento acerca del arte que profesas.

Ejercer  este oficio,
y enseñar son un continuó en mi vida.
Esta inclinación  voluntaria en la que persisto,
y la continuación en ello hablan de afecto,
interés
y perseverancia.
Tenaz, entusiasta o porfiada,
anhelo seguir creciendo.




Pintura de Hasui Kawase 川瀬 巴水(1883-1957) 




Fuente:
http://www.elrincondelhaiku.org/foros/viewtopic.php?t=20073&highlight=isa
http://blogsdelagente.com/ileanaaggavinoser/2011/04/26/la-poeta-karina-madariaga-san-nicolas-de-los-arroyos-desde-su-mundo-poetico-interior-hacia-la-belleza-del-mundo-circundante/
http://www.diarioelnorte.com.ar/nota4729_proponen-declarar-el-%E2%80%9Cdia-de-la-%C3%91%E2%80%9D-para-poner-en-valor-la-letra.html


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